¿Cómo saber qué cubeto debes usar? según la normativa APQ.
¿Te han dicho que necesitas un cubeto de retención para colocar esas garrafas de productos químicos que tienes en el almacén y no tienes muy claro ni por qué, ni para qué o tienes una bandeja, pero te dicen que no cumple, o necesitas saber cómo elegir el correcto de todos los que te ofrecen? Pues vamos a intentar explicar como elegir el cubeto de retención más adecuado.
En la operativa diaria de la gran mayoría de las empresas se realizan almacenamientos, trasiegos y manipulaciones de productos químicos. Estas actividades están completamente reguladas por la normativa APQ (Almacenamiento de Productos Químicos) y establece las condiciones bajo las que se tienen que efectuar los almacenamientos de productos químicos en las empresas y en concreto las medidas a aplicar para la Prevención de derrames.
Es ahí donde entran los Sistemas de Contención que son “dispositivos o elementos para retención de productos químicos peligrosos que hayan podido dispersarse debido a faltas de estanqueidad en otras partes de la instalación que normalmente las contienen. Se trata en concreto de salas de retención, cubetos de retención, tanques de contención, sumideros, tuberías, recipientes o superficies donde los productos químicos peligrosos quedan retenidos o desde los cuales los productos químicos peligrosos son evacuados.”
El almacenamiento de productos químicos líquidos se pueden hacer de muchas formas: tanques, depósitos, envases, … y esos almacenamientos deben de contar con un sistema de contención que recoja posibles derrames en caso de una fuga o una rotura, y proteja así tanto a los trabajadores, como los bienes, y al medio ambiente, evitando su expansión. Los cubetos de retención son los sistemas de contención indicados para el almacenamiento de productos químicos líquidos en recipientes “móviles”, es decir, garrafas, bidones, contenedores, GRGs, etc.
Es decir, un cubeto de retención es un elemento estanco sobre el que colocar los recipientes que contienen productos químicos y cuyo objetivo es recoger posibles fugas de estos recipientes.
Hay una amplia gama de cubetos de retención, y por ello, para poder elegir el más adecuado, vamos a definir las condiciones básicas a tener en cuenta.
El tipo de producto a almacenar
El material de fabricación del cubeto de retención y el tipo de producto químico almacenado tienen que ser compatibles. Para ello siempre debemos consultar la ficha de seguridad del fabricante del producto que vamos a almacenar antes de decidir qué cubeto de retención colocar. Así todo, y de forma orientativa, el material adecuado para el cubeto suele ser el mismo que el del recipiente en el que se suministra el producto.
En general tenemos tres grandes grupos de cubetos según el material de fabricación:
- Cubetos de acero (lacados o galvanizados): aptos para el almacenamiento de productos Inflamables o productos poco corrosivos.
- Cubetos de polietileno (normalmente HDPE): aptos para corrosivos en general.
- Cubetos de Acero Inoxidable: aptos para sustancias corrosivas e inflamables que sean especialmente agresivas y no “aguanten” en los dos tipos anteriores.
Una mala elección del material del cubeto puede acarrear serios problemas. Desde que la vida útil del cubeto se reduzca considerablemente, a que se produzca directamente una rotura del cubeto.
El Volumen a almacenar:
El cubeto de retención tiene que ser capaz de retener el volumen de productos que tiene almacenados sobre él *si colocamos diferentes productos, es necesario comprobar y asegurar que son compatibles entre sí.
Es decir, de nada sirve tener un GRG con 1000 litros de hipoclorito sódico y ponerlo sobre un cubeto de 200 litros de retención, ya que en caso de rotura, el líquido se desbordará igualmente.
La capacidad de retención necesaria, se debe corresponder con una de las dos siguientes opciones:
- 100% de la capacidad del mayor recipiente que se vaya a colocar en el cubeto
- 10% de la suma del volumen de todos ellos.
Siendo de aplicación en todo caso la circunstancia más restrictiva.
Ejemplo: Si queremos almacenar tres bidones de 220 litros y 5 garrafas de 25 litros, el volumen de retención del cubeto será o el 100% de la capacidad del mayor recipiente (220 litros), o el 10% de la suma de todos ellos (78,5 litros). La circunstancia más restrictiva son 220 litros, por lo que el volumen del cubeto deberá ser de al menos esa cantidad.
La capacidad de carga:
Hay que asegurarse que el cubeto elegido va a soportar la carga de todos los envases que se van a colocar sobre él. Puede que por “espacio” o por “volumen” nos quepan más envases, pero si el peso total excede la capacidad de carga del cubeto, puede que no sea aguantado y se hunda o rompa. Es por ello que hay que tener en cuenta tanto el peso total de los envases, como el peso del contenido (importante tener en cuenta las densidades de los productos). Existen en estos casos refuerzos o pies para cubetos, y ampliar así su capacidad de carga.
El espacio disponible.
Las dimensiones de los cubetos son muy variadas. Pero al tener que cumplir volúmenes de retención, es muy común que sean “altos”, lo que sumado a la altura del envase, puede conllevar problemas de ubicación o de uso. Es fundamental valorar el espacio disponible y ver qué opciones se podrían colocar. Hay opciones de cubetos más bajos, pero más anchos, o incluso de que varios en línea compartan el volumen de retención mediante conexiones *siempre que se trate del mismo producto o de productos compatibles.
Otras consideraciones acerca de los cubetos de retención:
Adicionalmente, debemos tener en cuenta otras circunstancias, como es la ubicación del cubeto. Instalarlo en exterior o en interior, es crucial. Los cubetos deben de estar preferiblemente en zona cubierta, protegidos de las lluvias para que no se llenen de agua. Si esto ocurre, el volumen de retención del cubeto se verá reducido o anulado (los cubetos hay que revisarlos periódicamente y vaciarlos si tienen agua lo antes posible). Si no hay opción de ubicarlo bajo techo, también hay disponibilidad de cubetos cerrados.
Y por último, existen diferentes accesorios como bandejas, para facilitar el trasiego de producto y evitar goteos, las rejillas, que facilitan la manipulación de los envases y aumentan la superficie útil, o apiladores, para poder colocar bidones en horizontal sobre el cubeto.