Inteco Astur tuvo el placer de participar el pasado día 30 de Marzo de 2019 en el proyecto “Playas Limpias”, impulsado por la Fundación Philippe Cousteau «Unión de los Océanos» y con la colaboración del Real Sporting de Gijón.
Con el objetivo de concienciar sobre el cuidado de nuestro planeta y el uso de los plásticos y microplásticos, que van a parar a nuestros mares y ensucian nuestras playas.
Esta campaña «Playas limpias«, cuenta en Asturias con el apoyo de la Fundación Mareo-Sporting de Gijón. «Vamos a par
ticipar en la limpieza de Bayas y próximamente se organizará la limpieza en playas de Gijón», señaló Antonio Fernández, coordinador de proyectos de la Fundación Mareo.
El edil de Participación Ciudadana, Alfredo Montes, señaló que además de apoyar la iniciativa de la Fundación, el Ayuntamiento se ha adherido a la iniciativa «campaña de limpieza voluntaria de residuos en zonas naturales» que promueven el Principado de Asturias y Cogersa.
Desde Inteco Astur es un placer poder aportar nuestro granito de arena y quisimos además de arrimar el hombro y lim
piar, también sumarnos a la organización y premiar a los participantes con un pequeño obsequio.
Pero no quisimos quedarnos en un mero gesto y tras la charla explicativa nos sumamos a los participantes, nos fuimos a la playa con nuestras bolsas, guantes y muchas ganas de hacer algo real y palpable por el planeta, concretamente por una de las playas más bonitas de Asturias
La parte de la arena y la orilla a primera vista no se ven tan mal, el drama viene al acercarse a la parte de las dunas donde la marea deposita todos los desechos, gran parte son ramas y pequeños troncos de madera pero también, por desgracia, muchos desechos de plástico;
- Neumáticos
- Tapas de bidones
- Cajas de fruta
- Bolsas de patatas
- Garrafas
- Mecheros, etc.
Sobre todo la parte que se une con la Playa de Requexinos es la que presenta mayor cantidad de desperdicios plásticos de pequeños tamaño, lo que dificulta en gran medida su limpieza, hasta tal punto que los participantes en la limpieza básicamente debían escarbar para poder retirar cada trocito de plástico de forma eficaz.
Este trabajo voluntario, puede resultar frustrante, al ver la inmensa cantidad de microplásticos que hay repartidos por toda la arena y las dunas y lo laboriosa que resulta su limpieza, sin embargo saber que entre todos los participantes , sólo en el día 30, sacamos dos toneladas de basura de esa playa es un orgullo. Entre todos podemos hacer mucho por el planeta. Y marcar la diferencia.
Sólo esperamos que este tipo de iniciativas se instalen como una bonita tradición o costumbre, muy eficaz como medio de concienciación para mayores y peques, cuando un niño ve dónde va a parar el papel de su caramelo, es el primero que lo quiere reciclar. Recorforta ver cómo, incluso, les reprenden comportamientos poco cívicos a sus padres; al tirar la colilla al suelo o al dejar una bolsa de plástico tirada y no reciclarla.
Sólo enfrentándonos con las consecuencias de nuestros actos, tomamos conciencia real y podemos empezar a cambiar.